Dios está empapado entre murallas;
cálido, minimalista y curvo; placentero,
lo sé, lo veo y ante sus puertas:
cedo yelmo, cota, laptop y pistola.
¡Llora! Déjalo entrar, esculpir tus sueños,
y toda tú, fragata, papalote, pistón, cereza,
niebla . . . (es tan humano tiritar), tiembla,
masturba tus ansias, mujer ávida, consagrada.
Yo lo he visto infinitas veces, algunas formas, mil risos,
galaxias, negros agujeros, siempre divino misterio,
bajo llave, perdurando célibe de tacto, de sí dueño,
respuesta, pregunta secreta, password, hipervínculo roto.
Y es que pronto lo tendré frente a mí de nuevo,
preguntándome algo distinto, dictándome su evangelio,
ordenándome cuanto más debo subir y por donde. . .
Sabio y generoso, húmedo, oculto y voluble, me prefiere sin saberlo.
Tu sexo, mujer, es la divinidad que promulgo, la comunión que ratifico.
sábado, 9 de enero de 2010
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hoy llueve y sonrio, humedezco el centro de mi vida, brillo como un rayo de sol mientras observo cada gota perfectamente formada, como parte de la creacion perfecta asi como hermosa, camino libremente liberando toda preocupacion adquirida,comparo mi vida con la lluvia, hermosa como transparente,me dirijo como el sol hacia donde decida y quiera, soy feliz aunque nadie intervenga, soy libre como la lluvia y transparente como el sol.
ResponderEliminarMUY PADRE TU ESCRITURA, FELICIDADES
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