La verdad nunca es suficiente
cuando nació de una mentira,
es colibri secandose en el patio,
fantasma de una belleza ajena.
Prendedor caído,
tela hecha jirones,
luz que grita ofendida,
alarga sus brazos, se cuela por las ventanas,
reestrena los hábitos de la verdad.
Sin retribución, sólo efecto.
lunes, 4 de enero de 2010
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