domingo, 30 de agosto de 2009

25

¡Feliz cumpleaños! nineta del meu cort
¡son más los daños! vitral doblado, roto.
¡Traje un regalo amor! ¿no lo abres? anda,
¡trozos de amor gastado! Desencajado, nada.

En la fiesta bailaremos cercanos abrazados
amarrados, apretados, cercados, obligados.
Será como en los viejos tiempos, enamorados
Serán mentiras igual a tu amor de cartón gastado.

¡Habrá pastel!, hecho por mí, chocolate y fresas
¡no te lo comas!, cómetelo, es una trampa, provecho.
Anda amor pruébalo, pasé la tarde pensando en ti,
devóralo, fresas de corazón podrido, digiérelas.

¡Propongo un brindis! Por ella y más años juntos
¡Me guardo un brindis! Por la soledad, árbol seco.
Por los novios, que de ellos nazcan jugosos frutos ¡salud!
Marchitos, encadenados, naranjos caídos, enjutos, ¡enfermedad!

Amor mío,
Nada mío,
En este día,
En esta orgía,
quiero desearte,
no volver a verte,
que te devoren los perros
que cumplas más y más y más años
para que algún día nos encontremos
para que exitoso y feliz me encuentres, sufras
y podamos cantar a coro una canción de amor, para dos:

"Naranja dulce, limón partido, dame un abrazo que yo te pido"
"Naranja muerta, limón agriado, date un sablazo y así te olvido"

Feliz Cumpleaños Nineta del meu cort

pd: veinticinco es dos y cinco, dos y cinco son siete, ojalá cumplieras siete y no veinticinco, serías una niña tan tierna.

sábado, 29 de agosto de 2009

Objetos valiosos

Vino para derramar sobre papel, no mancha ni deshace, decora.
Papel naranja que una vez perdido se encuentra en el momento oportuno, para que de mí te acuerdes.
Tablero de ajedrez sin peones para evitar obstáculos pequeños.
Música para ambientar la madrugada.
Lluvia, lluvia torrencial para cuando no estés, no contestes, o te vayas.
Un paraguas verde por sí vuelves...

viernes, 28 de agosto de 2009

Mi hermano

Robusto matemático, sonriente galáctico
semblante tranquilo siembra comprensión.
aleph danzante en su corteza enrosca, infinito
axis mundi carga la loza de su perfección

Bajo sus pobladas cejas, arcos sombreados
asoman árboles de copas galantes tiernas
cuyos troncos perfectos aceptan sus raíces
su presente y su futura transición, hojas.

De su barbilla, el eterno candado rasposo
(un triángulo de mentón que enmarcado
contiene el enigma de su alegre calma)
diré habitan en ella, enanos negros furiosos

De su fuerza... ¡a los diez me rompía la cabeza!

De su amor, coño él es amor

De su dolor (shhh) está escondido, no lo miro,
no lo saques, añeja detrás del mueble, empolvado
el sufrimiento ignorado, tanto ayudar pesa,
el adagio reza, el lo sabe, ¿lo sabe? espero

(sus lamentos forman una araña aplastada,
cuyas patas asoman clamando luz ¡aire!)

His teenage years lent to science,
experto en el arte de la indulgencia,
drinks coke and el coco se quiebra
he took the camino less traveled by, going to NY.

Es un tipazo, maestro demente y de mentes
ayuda al invidente aunque no lo cuente
pregunta para saber cuando no sabe
predica para entregar lo que no presume

Es un personaje de mi obra ROL en Gales,
staff member del NAYSLI en West Virginia,
entrenador pokemon avanzado a sus veinticinco,
lector habita ficciones estelares desde los seis

Mi hermano Eduardo, EUAO, sin erres o sin Des
no yerres, ni te des, sé EUAO el tierno loco
que en crecer, has dado en florecer la sonrisa
de tu ser, enigmático libre, pensador, Ulises.

Ve a Ítaca y canta tu vida a ritmo de country rock.

Con cariño de tu hermano el teatrero.

lunes, 24 de agosto de 2009

Conceptos enrimados

Distancia

Es una mentira.
depende del que estira,
se agota y mira,
nace y muere con la ira.

Mar

Salta patrás; brinca; zigzag; rasgado
manto donde camina el iluminado.
Estático; andando va siempre rezagado,
se finge calmo, atrapa al desencantado.

Amor

Bizco estrábico delirante, mendigo
al que por más que le digo y le digo
no comprende su estado, el eterno testigo.
Pobre, siempre sólo, vagando sin un amigo.

Cárcel

Galleta de chispas ámpulas de chocolate, hornos,
tocadiscos desagujado, melodía del silencio, tssrjjjjj ( )
reloj de cuerda colgado, sin muñeca asfixiado, tiempo
Cárcel: grave acentuada, indefinible, no rima con nada.

¿Hombría Mexicana?

Diez cervezas
golpeando mesas
después la besas
te coges viejas
tal vez las dejas
hablando vejas

Me valen madres tus pinches rimas... esas

Español muy mexicano

Indiosincracia del ay se va
tss carnal no la mueles, ¿te cai?
sí me cai, estamos jodidos, el mero mero petatero
muy chingón, ahuevo nos pasó a chingar el culero.

No seas ogete dime la neta
sales valedor pero sin jeta
pus ai como la ves, me rifé cabrón de a tiro
iro iro y no le atino, chupo faros y me río.

Raspa, ora sí me paso a fijar
que a la horuga de hablar
como el mexican kiurious taip
no hay como la bandera, ni maiz...
palomas.

Y a quien estos versitos no le gusten, pus que chingue a su madre, y sí, así como lo oyeron bola de culeros, ora ora, papas o no papas... pues chorizo carnal. Sss ¿qué? ¿por vivir en las lomas no tengo barrio? Si dios me da lisensia te rompo toda tu mandarina en gajos y la sirvo pal desayuno. ¿Quién te dijo a ti que el mexicano tiene residencia?, somos todos hijos de la chingada, malinches pinches, no nos hagamos pendejos ejos, semos todos hermanos, y si no vivimos en la misma calle, sí jalamos en el mismo valle. ¿Quiubole qué no?

La tristeza

Sí yo era el dueño de la tristeza
esa maldita perra que... olvídalo
hoy soy el dueño de la ligereza
esa bendita perra que... olvídalo

Teatro

¿Te harto? ¿té? ¿atril de iglesia? ¿histrión?
teatro del griego θέατρον: oh, sea, Teatrón
Nada, algo, ahora, pienso, expreso, tearte
tutearte, entregarte, darte, romper, ¿té?
No sé.

El teatro es el arte de los que hemos olvidado cómo vivir,
ensayando para no equivocar el paso frente a desconocidos
bebés de la vida que a tientas dejamos sombras por los andamios
en nuestra oscura y verde realidad, solos siempre, deambulamos...

Yo

Luis
Xavier
Corona
Villanova

No rimo con nada, soy yo, nadie más, no puedo y no quiero, encerrado en la cárcel de mi percepción, no rimo con nada.

Soy eco de un grito ancestral, eco
soy conciencia perfecta universal, soy
y si puede que algún día rime, algún
cuando de vibrar yo termine. ¿cuándo?

martes, 11 de agosto de 2009

La violencia

Cuando la persona a la que le has entregado tu vida, de pronto y sin esperarlo musita cerca de tu oído y para que te duela: "yo nunca te amé." Puedes estar seguro que los golpes y los insultos son insignificantes. Llorarás días enteros, sentirás morir, verás la sangre coagular. Esperarás arrodillarte en el pavimento una noche cualquiera para que algún descuidado sin faros te lleve con el. Más violento es que no suceda, que si cuente con ellos, que se detenga, te ayude a levantarte encaminándote a tu casa a seguir llorando. Cuanta violencia existe en las palabras de los que no saben amar. Yo lo he vivido, tú lo vives, alguien más está por vivirlo. Uno nunca es el mismo, se petrifica la vena del amor y queda uno cual fruta descorazonada, sin centro, esperando a ser devorada, partida, regalada a los y las jóvenes para dormir en sus lenguas, volver a la tierra.

Sueño

Sueño con despertar a tiempo, a tu tiempo, justo en el minuto en el que suena tu despertador, no, mejor dos horas antes, tiempo suficiente para irte a buscar, ser yo quien te despierte con mis labios.

Sueño con no dormir en lo absoluto, velar el sueño de la mujer que danza en abril bajo las lunas de octubre.

Sueño con un abismo profundo pero no inagotable.

Sueño contigo.

Sueño.

Sueño con una mujer que dude de todo, hasta de su propia existencia para llenarla con mi incertidumbre.

Sueño nube rosa varada en mi ventana para cuando acordarme quiera de los atardeceres que en todas partes he visto.

Sueño ser el dueño del aire para no amarrarle nunca y aún llevarlo conmigo a todas partes, como a ti sí así lo permites tú. Si me permites ser de tus labios dueño... yo, sueño.

Sueño... ser tu oscura y verde realidad

jueves, 6 de agosto de 2009

Envuelto en tus manos

Desvístete, dice ella. Comienzo con la playera, pero antes de llegar al pantalón ella se ha ido; lo dejo caer, luego los boxers, no me contemplo, tomo la ropa y la doblo perfectamente, casi preparándome para un ritual. Casi porque los boxers no reciben este tratamiento, caen doblados hacia afuera rompiendo la cuadratura de mis otras prendas. Me recuesto dentro de la cama de masaje, espero un poco, mi ansiedad a manera de incienso se consume, deja un rastro perceptible, casi invisible, audible sólo en mi respiración.

Ella llega y con ella la música, sus palabras se funden en el aire mientras que posa sus manos sobre mi espalda baja, mueren mil aves negras en el instante en que me indica que este masaje no está destinado al dolor. Nacen millones multicolores al primer contacto de sus yemas con mis piernas. Maternalmente me descubre un fragmento de mi velado cuerpo y lo toca, no, error, Mariana no toca, interpreta mi piel, presiona gentilmente las cuerdas de mi cuerpo tensando y destensando, una a una, las hace vibrar sutilmente; música de iglesia de pueblo, menos barroca que la de catedral, sencilla y por tanto más hermosa, escuchada por tan pocos, que quizás sea más especial.

Mi cuerpo es el arpa en el que ella deposita sus melancolías con fuerza, pero nunca con desdén. Es su masaje arte plasmado en los resquicios de mi más intima soledad, ahí donde hace veintidós años nadie pulsaba, o al menos no con la precisión del relojero y el frenesí del loco que a ella le acompañan.

No es un masaje erótico pero despierta placeres recónditos que en nada se vinculan con el sexo, cada fibra danza al distenderse de la contigua, danza y se estira despertando de su letargo. Baja el zipper de mi piel, la pone a tender y le pregunta a mis músculos ¿cómo es que por tanto tiempo se han olvidado de ti? No hay justicia en esto, agrega mientras los besa con sus palmas amorosamente.

No sé cómo ni cuándo, (ya que el tiempo no tiene sentido cuando el amor hacen a tus pies, tobillos, muslos, rodillas y entrepiernas), de pronto se encuentra sobre mis nalgas, las cuales se postran ante la diosa que desde los cielos con su dedo pinta atardeceres. Jardinera que arranca la malahierba y siembra sobre los ríos de articulaciones lirios que nadando vayan portando el mensaje de su paz. Masajista alfarera, anciana doña rosa de Oaxaca que con tus manos rebosantes de barro y sin torno me tomas de la tierra y por tus esfuerzos cobro vida nuevamente. Me moldeas, pules, sacas brillo de mi piel seca, me haces olla artesanal, regalas contornos, dibujas flores, tallas y presionas con tus falanges que irradian la sabiduría de tus ancestros.

Así surcando los océanos de mi piel, pasando de un lugar a otro, navegando entre las olas de azulejos blancos en esa oscuridad iluminada por las estrellas velas que has colocado para mí, giras, apareces entre sueños, odalisca tierna que en hechizos me relajas: cierra los ojos me comentas, tus manos caen sobre mi espalda. Te has convertido en la DJ de mis discos, uno por uno los mezclas, escuchas en tus audífonos el tronar de una de mis tristezas que resquebrajadas se arrastran para no morir a tus pies. Me usas como tornamesa, subes mi volumen, gimo, estallo, tiemblo, tiemblan todos en esta orgía musical, electrónica, sensorial en que has convertido mi espalda. Retiras los discos de mi columna, de dos en dos los limpias con el pañuelo de tus dedos y el aceite que les colocas les devuelve el brillo, vinílicos, acetatos de colección, los enmarcas y en la pared de mi cuerpo los reinsertas para el asombro de quien los mire. Toda tu palma, toda presionando botones, aumentando graves, disminuyendo aquí y allá, para que esto o aquello suene mejor, para que esté mejor calibrado, para que deje de ser una tornamesa y se convierta en violonchelo afinado al cual podrías abrazarte, tocar una serenata a la Coyolxauqui, ritmos aztecas vibran ahora en el estéreo de la habitación.

Esta mujer es una diosa pienso, una madre. Coatlicue que haces fértil con tu vida y muerte al verterte sobre este mortal al que acaricias. ¡Toma mis brazos madre! quiero gritar, pero antes de que lo haga, ya te has vuelto hilandera que fluida vas tejiendo sin detenerte un telar para el sol.

Son mis brazos la urdimbre, mis dedos la trama, ella urde la trama cual bohemia escritora que apenas roza las teclas imprimiendo a tinta fresca la historia de su vida, la tela en que nos teje. Que ir y venir pienso, casi parece que la acaricio cuando ella vuelta mar me obliga a tenerla y dejarla ir una y otra vez, mis manos apenas sienten el calor de su antebrazo cuando este se ha ido dejándola para volverla a tener, por unos instantes parece que soy humano, que soy yo quien camina, pero es ella la titiritera que hábilmente jala los tejidos de mis brazos.

Casi quiero creer que nací aquí y aquí voy a morirme...

No, sé que esto tendrá su final, lo preveo, no lo pienso. Torrentes de aire blanco me inundan, expiro mi conciencia. Voltéate dice, lo consigo, no sé cómo, mi cuerpo no me pertenece, soy sólo por sus palabras y sus manos. Volteado estoy, ella continua con este placentero viaje que me recorre, se entrega, se otorga de una manera que son sus brazos máquinas corazón que sacan copias, aplanan, aplastan, ensamblan, pero siempre al pulso de su latido y con la sonrisa entrevista de su pasión.

Mi pecho se abre al contacto, expulsando los rencores y las dudas, cuanto dolor puede albergar el espacio entre mi pecho, no lo sé, es un contenedor sin fondo, pero como todo contenedor, puede ser vaciado, ella lo hace, lo lava por dentro con su jabón eternidad, me arropa y me deja a secar. El corazón tirita de frío y ella lo abraza hasta que calmado vuelve a su lugar; a luchar.

Ha llegado a mi rostro, el rostro es la mejor parte, sus dedos van poniendo puntos sobre mi barbilla, los bellos que habitan verdes el valle de mi rostro se enervan al sentirla cerca, la presienten y cantan. Es ella la doncella que habita el castillo de mi nariz cuando la hace vibrar en tonos guinda en aquel tiempo francés. Los timbales de mis oídos por un tiempo cesan su constante chocar, hay silencio, el verdadero silencio que sólo otorgan las sordinas de sus palmas en flor. Mismas que deshojándose quedan tallos, mueren, son fantasmas que en sombras se deslizan hasta mis ojos, cubriendo. El cristalino pide la mano de la retina y arrasan la pista con el tango que destila poco a poco el fonógrafo que cóncavo se ha colocado sobre mis pupilas. Mis nervios ópticos se tornan calmos ópticos, todo es uno, el uno es todo, somos uno, cuanta intimidad sin una gota de erotismo. Mis cabellos, ella toma mis cabellos, los aprieta, está por terminar, termina en un orgasmo de fuerza, jalando el moño con que concluye la decoración de mi cuerpo.

Relajado, maduro, fermentado en las barricas de su casa, soy un vino de alta calidad, de racimos plantados por el mismo Dionisos, cortados y aplastados por expertos a la antigua en las campiñas de la más fresca de las viñas... me entrega para la vendimia, envuelto en sus manos con el moño de su mirar.

Me observa como una niña tierna que ha hecho un pastel para su padre y espera el veredicto: ¿te gustó?

Yo no tuve palabras, pero ahora que las tengo y te las regalo. Sólo espero el momento en que aquel milagro se vuelva a producir.

(Un masaje como el que recibí ayer de tus manos es arte para un sólo público cuya ovación es un simple gracias y tal vez una recomendación, unas palabras con las cuales estoy seguro, me quedo corto...)